En El disputado voto del señor Cayo, Delibes aborda un tema que es una de las grandes tragedias de nuestro tiempo: el abandono del campo. A uno de los muchos pueblos prácticamente vacíos y en ruinas del norte de Castilla llega un grupo de jóvenes militantes de un partido político a hacer propaganda electoral. Los recibe el señor Cayo, uno de los dos vecinos que quedan en el pueblo. Su vida es casi robinsoniana, su hablar reposado, lleno de una ancestral sabiduría que infunde un hondo sentido humano de su persona. El lenguaje crudo y desenfadado de los jóvenes que le visitan, cultos a veces, inconscientes otras, es el contrapunto necesario para poner en evidencia la distancia que separa dos culturas, dos formas de vivir y de ver el mundo. Una que desaparece sustituida poco a poco por otra urbana, ruidosa y masificada.
El disputado voto del señor Cayo
Autor: Miguel Delibes|| Editorial: Austral
Formato: Tapa blanda || Nº páginas: 185
Formato: Tapa blanda || Nº páginas: 185
Sinopsis: En El disputado voto del señor Cayo, Delibes aborda un tema que es una de las grandes tragedias de nuestro tiempo: el abandono del campo. A uno de los muchos pueblos prácticamente vacíos y en ruinas del norte de Castilla llega un grupo de jóvenes militantes de un partido político a hacer propaganda electoral. Los recibe el señor Cayo, uno de los dos vecinos que quedan en el pueblo. Su vida es casi robinsoniana, su hablar reposado, lleno de una ancestral sabiduría que infunde un hondo sentido humano de su persona. El lenguaje crudo y desenfadado de los jóvenes que le visitan, cultos a veces, inconscientes otras, es el contrapunto necesario para poner en evidencia la distancia que separa dos culturas, dos formas de vivir y de ver el mundo. Una que desaparece sustituida poco a poco por otra urbana, ruidosa y masificada.
Mi opinión
No sé qué argumento esperaba cuando comencé a leer El disputado voto del señor Cayo, pero desde luego no era éste. Y esa afirmación no es ni algo malo ni algo bueno, simplemente que me he encontrado una historia dentro de las páginas de este libro diferente a lo que mi mente se había imaginado.
Como es habitual en Delibes, encontramos el tema de la vida rural como tema sobre el que se sostiene la novela. Esta vez, sin embargo, va un paso más allá y aborda el tema del abandono rural de los pueblos, situando parte de la historia en un pequeño pueblo de Castilla donde apenas quedan dos habitantes: uno de ellos el señor Cayo.
Ambientada justo antes de las elecciones de 1977, el libro nos muestra una fantástica dinámica de conversaciones y escenas entre el señor Cayo, un hombre solitario y rural, y tres militantes de un partido poítico que han ido a hacer campaña allí. Es esta parte del libro —que es la parte intermedia— la que más me ha gustado y por la que merece la pena leer el libro. El tira y afloja entre los militantes y el señor Cayo, que no ven la vida desde la misma perspectiva y cuyos conocimientos son muy dispares, me ha tenido pegada a las páginas toda la lectura.
En contraposición, la primera parte del libro, que narra escenas en la sede del partido político y después el viaje hasta el pueblo, me ha parecido no sólo confusa por cómo estaba narrada y por la cantidad de personajes que aparecían, sino también excesivamente larga para lo que aportaba a la trama —que es prácticamente nada—. La parte final también narra escenas en la sede, pero ésta parte es más corta y con más contenido que la primera.
La narración y el lenguaje en este libro me han parecido algo más cansinos y no tan bonitos como en otros libros de Delibes, igual porque aquí trata de imitar el lenguaje desenfadado de la ciudad, y prácticamente apenas hay descripciones sobre las que descansar la vista. Casi todo el libro es una sucesión de diálogos y acción, sin apenas reposo en medio. Eso sí, las descripciones esporádicas, cuando las hay, son tan buenas como en los otros libros del autor.
Sin extenderme mucho más en la reseña, creo que El disputado voto del señor Cayo es un libro con unos diálogos muy buenos, cuyo contenido y discurso todavía es válido a día de hoy y que muestra, de forma magistral, las diferencias entre la vida rural y la de ciudad en España.
Como es habitual en Delibes, encontramos el tema de la vida rural como tema sobre el que se sostiene la novela. Esta vez, sin embargo, va un paso más allá y aborda el tema del abandono rural de los pueblos, situando parte de la historia en un pequeño pueblo de Castilla donde apenas quedan dos habitantes: uno de ellos el señor Cayo.
Ambientada justo antes de las elecciones de 1977, el libro nos muestra una fantástica dinámica de conversaciones y escenas entre el señor Cayo, un hombre solitario y rural, y tres militantes de un partido poítico que han ido a hacer campaña allí. Es esta parte del libro —que es la parte intermedia— la que más me ha gustado y por la que merece la pena leer el libro. El tira y afloja entre los militantes y el señor Cayo, que no ven la vida desde la misma perspectiva y cuyos conocimientos son muy dispares, me ha tenido pegada a las páginas toda la lectura.
— ¿Son malvas?
— Malvas son, claro. Con las humedades de este año criaron bien, La flor esta es buena para aligerar el vientre.
Dijo Rafa burlonamente.
— ¡Joder! En este pueblo todo sirve para algo.
— Natural —replicó el señor Cayo reanudando la marcha—: Todo lo que está, sirve. Para eso está, ¿no?"
En contraposición, la primera parte del libro, que narra escenas en la sede del partido político y después el viaje hasta el pueblo, me ha parecido no sólo confusa por cómo estaba narrada y por la cantidad de personajes que aparecían, sino también excesivamente larga para lo que aportaba a la trama —que es prácticamente nada—. La parte final también narra escenas en la sede, pero ésta parte es más corta y con más contenido que la primera.
La narración y el lenguaje en este libro me han parecido algo más cansinos y no tan bonitos como en otros libros de Delibes, igual porque aquí trata de imitar el lenguaje desenfadado de la ciudad, y prácticamente apenas hay descripciones sobre las que descansar la vista. Casi todo el libro es una sucesión de diálogos y acción, sin apenas reposo en medio. Eso sí, las descripciones esporádicas, cuando las hay, son tan buenas como en los otros libros del autor.
"—¿De… de veras te parece más importante recitar Althusser
que conocer las propiedades de la flor del saúco?.
¿P… puedes decirme,
Laly, por qué es más cultura nuestra cultura?
Sin extenderme mucho más en la reseña, creo que El disputado voto del señor Cayo es un libro con unos diálogos muy buenos, cuyo contenido y discurso todavía es válido a día de hoy y que muestra, de forma magistral, las diferencias entre la vida rural y la de ciudad en España.
Valoración