Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de la ciudad de la luz, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Ella vive en Londres y a veces se siente tan perdida que se ha olvidado hasta de sus propios sueños. Él es incapaz de quedarse quieto en ningún lugar y cree saber quién es. Y cada noche su amistad crece entre e-mails llenos de confidencias, dudas e inquietudes. Pero ¿qué ocurre cuando el paso del tiempo pone a prueba su relación?
Nosotros en la Luna
Autor: Alice Kellen|| Editorial: Planeta
Formato: Tapa blanda || Nº páginas: 480
Formato: Tapa blanda || Nº páginas: 480
Sinopsis: Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de la ciudad de la luz, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Ella vive en Londres y a veces se siente tan perdida que se ha olvidado hasta de sus propios sueños. Él es incapaz de quedarse quieto en ningún lugar y cree saber quién es. Y cada noche su amistad crece entre e-mails llenos de confidencias, dudas e inquietudes. Pero ¿qué ocurre cuando el paso del tiempo pone a prueba su relación?
Nota: Esta reseña es SIN SPOILERS. Para leerla con spoilers, haz click en el botón que encontrarás a lo largo del texto
Mi opinión
Este libro no ha sido para mí. Este libro es la típica novela romántica de la que intento huir a toda costa, así que pues aquí estamos.
Empecemos por el insta-love (amor a primera vista) que la autora nos mete desde el principio: no me gustan, no me gustan nada (pero nada, nada). Sin embargo, podría haberlo soportado si hubiera sido algo más light o mínimamente natural, pero es que si a esto le sumamos una conexión espiritual-mística y un te-conozco-hace-dos-horas-pero-es-como-si-me-conocieras-de-toda-la-vida, pues apaga y vámonos.
Yo eso de que conozcas a un chico en París una noche, hables 3 horas con él y de repente tienes una conexión y sientes que él es la persona que más te conoce en el mundo y que es tu alma gemela cuando tu novio te acaba de dejar, pues no me lo creo. Y el hecho de que no dejaran de repretir constamentemente esa conexión durante toda la novela no ayudó, la verdad.
Sigamos por los emails. No está mal la idea, lo admito, pero la ejecución ha dejado mucho que desear y el dinamismo del principio pronto se convierte en pesadez y aburrimiento. Las conversaciones mantenidas en los emails estaban llenas de clichés innecesarios, y era muy fácil adivinar por dónde iban a ir los tiros en las conversaciones, que me acabaron resultando terriblemente predecibles y aburridas.
Por último, la narración y los diálogos han estado terriblemente forzados durante toda la novela, como si la autora se hubiera esforzado demasiado en rellenar el libro con frases románticas o especiales que le quitaban naturalidad a la narración y estaban metidas con calzador más de la mitad de las veces. Madre mía, ¡pero si acabé hasta el moño de las continuas referencias a la Luna! y eso que es un astro que me gusta.
Yo eso de que conozcas a un chico en París una noche, hables 3 horas con él y de repente tienes una conexión y sientes que él es la persona que más te conoce en el mundo y que es tu alma gemela cuando tu novio te acaba de dejar, pues no me lo creo. Y el hecho de que no dejaran de repretir constamentemente esa conexión durante toda la novela no ayudó, la verdad.
Sigamos por los emails. No está mal la idea, lo admito, pero la ejecución ha dejado mucho que desear y el dinamismo del principio pronto se convierte en pesadez y aburrimiento. Las conversaciones mantenidas en los emails estaban llenas de clichés innecesarios, y era muy fácil adivinar por dónde iban a ir los tiros en las conversaciones, que me acabaron resultando terriblemente predecibles y aburridas.
Por último, la narración y los diálogos han estado terriblemente forzados durante toda la novela, como si la autora se hubiera esforzado demasiado en rellenar el libro con frases románticas o especiales que le quitaban naturalidad a la narración y estaban metidas con calzador más de la mitad de las veces. Madre mía, ¡pero si acabé hasta el moño de las continuas referencias a la Luna! y eso que es un astro que me gusta.
"—[La luna] Está llena de cráteres, pero son bonitos, ¿no?
mucho más que si fuese una superficie completamente lisa.
Tú eres como la luna. Todos somos imperfectos."
Y hasta ahí mi desahogo principal con este libro. En el fondo el libro no ha estado tan mal, a unas 3/4 partes del final dejé de sufrir leyéndolo y mi escepticismo hacia los personajes y la historia en general se convirtió en un mínimo interés en las últimas páginas. Vale que el drama final era totalmente gratuito e innecesario, pero al menos los personajes tenían algo que los hacía interesantes y que me motivaba a preocuparme por ellos y por la relación.
Una cosa que sí me ha gustado del libro ha sido la relación de amistad entre los protagonistas, y el hecho de que la historia se desarrolle a lo largo de muchos años. Esto nos permite ver la evolución de los personajes y de su amistad de una forma mucho más global, en la que los factores como el trabajo, la familia o los vaivenes de la vida tienen un peso importante. Creo que este detalle específico de la historia es lo que más ha llamado mi atención, y lo que se ha quedado conmigo de este libro.
En resumen: pues que no. A pesar de que es el tipo de historia que me podría gustar, la ejecución (estilo narrativo, diálogos, las propias relaciones entre los personajes) han hecho que la historia en si haya perdido todo su atractivo.
Valoración