En 2012, la escritora Anna Starobinets descubre, en una visita rutinaria al médico, que el hijo que espera no vivirá. Lo que comienza siendo la crónica de una decisión familiar, acaba convirtiéndose en una historia de terror. ¿Qué hacer cuando el futuro se desmorona en la pequeña pantalla de un ecógrafo? Starobinets narra con desgarradora humanidad el peregrinaje por las instituciones sanitarias de su país, su posterior viaje a Alemania y el duelo por el hijo perdido. Tienes que mirar es la radiografía íntima de un trauma silenciado, el testimonio de una mujer que se enfrenta sola a un sistema que no la tiene en cuenta, un descenso a las simas más profundas del dolor y a la vez un canto a la vida. Un revelador texto cuya publicación desencadenó una tormenta en su país al abordar el tema tabú del poder de las mujeres sobre su propio cuerpo, y las secuelas personales y familiares de la pérdida de un hijo.
Tienes que mirar
Autor: Anna Starobinets|| Editorial: Impedimenta
Formato: Tapa blanda || Nº páginas: 192
Formato: Tapa blanda || Nº páginas: 192
Sinopsis: En 2012, la escritora Anna Starobinets descubre, en una visita rutinaria al médico, que el hijo que espera no vivirá. Lo que comienza siendo la crónica de una decisión familiar, acaba convirtiéndose en una historia de terror. ¿Qué hacer cuando el futuro se desmorona en la pequeña pantalla de un ecógrafo? Starobinets narra con desgarradora humanidad el peregrinaje por las instituciones sanitarias de su país, su posterior viaje a Alemania y el duelo por el hijo perdido. Tienes que mirar es la radiografía íntima de un trauma silenciado, el testimonio de una mujer que se enfrenta sola a un sistema que no la tiene en cuenta, un descenso a las simas más profundas del dolor y a la vez un canto a la vida. Un revelador texto cuya publicación desencadenó una tormenta en su país al abordar el tema tabú del poder de las mujeres sobre su propio cuerpo, y las secuelas personales y familiares de la pérdida de un hijo.
Mi opinión
No soy mucho de leer no ficción, como los que os paséis por aquí a menudo sabréis. Sin embargo, este libro me llamó la atención desde que leí la reseña en el blog Paseando entre páginas así que por fin me he decidido a leerlo, y ha sido un gran descubrimiento.
Lo primero a tener en cuenta es que Tienes que mirar trata un tema muy duro, como bien lo describe la sinopsis, así que de primeras no creo que sea para todo el mundo y hay gente que no podría sentirse cómoda leyéndolo. Sin embargo, también es importante decir que, a pesar de la dureza de lo que cuenta, es un libro que se lee muy bien por tres motivos principales:
La trama en sí no tiene mucho que contar: lo que nos dice la sinopsis es lo que tenemos, ni más ni menos. Al ser tan cortito, todos los acontecimientos van rápido pero la autora ha sabido encontrar un balance casi perfecto entre ir avanzando deprisa y a la vez describirnos los momentos y las situaciones clave de tal forma que no las pasemos por alto y se queden con nosotros.
Otra cosa positiva de Tienes que mirar es que, incluso con el tema tan duro que nos cuenta, cuando cerré el libro no sentía tristeza, sino más bien una sensación agridulce o incluso de calma, e incluso me atrevería a decir que la sensación que tuve al cerrar el libro fue más positiva que negativa, y eso se agradece.
En cuanto a los personajes, todo está contando desde el punto de vista de la madre, y es a través de ella que conocemos al resto de personajes, que no son muchos pero en los que hay que destacar al marido. En este sentido creo que me hubiera gustado conocerlo a él y a sus sentimientos un poco más, porque me ha parecido alguien tan razonable y tranquilo que seguro que tenía mucho más en el interior de lo que no nos contaron.
El resumen es que este libro me ha gustado mucho y se lo recomendaría a cualquier persona que no le importara leer sobre el tema. La historia de Anna Starobinets, su experiencia primero en Rusia y después en el extranjero me descubrieron muchas cosas que yo desconocía, y creo que a la periodista le quedó un libro muy, muy bueno.
Lo primero a tener en cuenta es que Tienes que mirar trata un tema muy duro, como bien lo describe la sinopsis, así que de primeras no creo que sea para todo el mundo y hay gente que no podría sentirse cómoda leyéndolo. Sin embargo, también es importante decir que, a pesar de la dureza de lo que cuenta, es un libro que se lee muy bien por tres motivos principales:
- En primer lugar, es muy cortito. Tan sólo tienes 192 páginas y además tiene una letra bastante grande y márgenes generosos así que se lee perfectamente en una tarde que te sientes con él.
- En segundo lugar, el lenguaje es sencillo y directo, pero no peca de simple. No se anda con florituras y va directamente a decir exactamente lo que quiere contar, con una precisión que muchas veces duele más que si diera más rodeos para contar lo mismo.
- Por último, a pesar del tema y de las situaciones, la autora no se recrea en los peores momentos, ni da detalles innecesariamente macabros sobre ciertas cosas, ni se dedica a quejarse sin más. En este punto creo que se nota, a veces demasiado, que la autora es periodista.
La trama en sí no tiene mucho que contar: lo que nos dice la sinopsis es lo que tenemos, ni más ni menos. Al ser tan cortito, todos los acontecimientos van rápido pero la autora ha sabido encontrar un balance casi perfecto entre ir avanzando deprisa y a la vez describirnos los momentos y las situaciones clave de tal forma que no las pasemos por alto y se queden con nosotros.
"Creer en los milagros es natural. Rezar es natural. Lo que es antinatural
es cuando la oración y la medicina, el diagnóstico y la fe, intercambian sus posiciones."
Otra cosa positiva de Tienes que mirar es que, incluso con el tema tan duro que nos cuenta, cuando cerré el libro no sentía tristeza, sino más bien una sensación agridulce o incluso de calma, e incluso me atrevería a decir que la sensación que tuve al cerrar el libro fue más positiva que negativa, y eso se agradece.
En cuanto a los personajes, todo está contando desde el punto de vista de la madre, y es a través de ella que conocemos al resto de personajes, que no son muchos pero en los que hay que destacar al marido. En este sentido creo que me hubiera gustado conocerlo a él y a sus sentimientos un poco más, porque me ha parecido alguien tan razonable y tranquilo que seguro que tenía mucho más en el interior de lo que no nos contaron.
"No se debe permitir que los hombres se acerquen a las
instituciones para mujeres, a las enfermedades y a los problemas de las mujeres.
Eso piensa el que escribió las reglas."
El resumen es que este libro me ha gustado mucho y se lo recomendaría a cualquier persona que no le importara leer sobre el tema. La historia de Anna Starobinets, su experiencia primero en Rusia y después en el extranjero me descubrieron muchas cosas que yo desconocía, y creo que a la periodista le quedó un libro muy, muy bueno.
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