El cuento de la criada - Margaret Atwood

Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.


El cuento de la criada


Autor: Margaret Atwood|| Editorial: Salamandra
Formato: Tapa blanda || Nº páginas: 412


Sinopsis: Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.


Mi opinión


El cuento de la criada, publicado en 1985, nos sitúa en la república de Gilead, una dictadura teócrata donde los derechos básicos, sobre todo los de las mujeres, han sido suprimidos. En este mundo seguimos la historia de Defred, una mujer cuyo cuerpo sólo sirve para procear, tal como impone la dictadura.

En el libro seguimos los pensamientos de Defred mientras recuerda pedazos de su vida pasada antes de la dictadura, el adoctrinamiento religioso por el que pasaron tras su instauración y su vida como Criada en estos momentos.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que la protagonista no es una heroína, no es la mujer rebelde y segura de sí misma que revoluciona el mundo donde vive. Al revés, es un personaje mas bien anodino, que hace lo que le mandan hacer y se conforma con la vida que le ha tocado, rehuyendo de todo aquello que suponga un mínimo peligro para ella.

"Me gustaría creer que esto no es más que un cuento
que estoy contando. Necesito creerlo. Debo creerlo.
Los que pueden creer que estas historias son sólo
cuentos tienen mejores posibilidades."

Mucha gente pensará que este tipo de personaje como protagonista de una novela no da mucho juego, y desde luego si lo que buscas es acción, no la vas a encontrar aquí. El libro carece de un argumento, no tiene la típica estructura con "introducción, nudo y desenlace" sino que más bien es un conjunto de pensamientos, la mayor parte de las veces caóticos y desordenados, de Defred, una mujer que ha visto como la dictadura le robaba su vida y su libertad, dejándola reducida a una mera máquina de hacer bebés.

A modo de curiosidad (o de advertencia, según se mire), el libro carece de diálogos. Como Defred misma dice desde el principio, ella está contando un cuento, lo que el lector lee son sus pensamientos, entonces no está claramente distinguido lo que es narración de lo que es diálogo ya que los guiones que introducen y cierran diálogos no existen. Eso me resultó un tanto incómodo cuando empecé con el libro pero enseguida terminé por acostumbrarme, y acabó por sumarse a ese tipo de detalles que me han hecho valorar más este libro, aunque podría entender que no todo el mundo se sienta cómodo con esta forma de escribir.

"Mejor nunca significa mejor para todos, comenta.
Para algunos siempre es peor."

El libro es una dura crítica de la autora ante el riesgo de mezclar fanatismo religioso y política. Y también es una advertencia de lo que pueda pasar, de cómo, de la noche a la mañana, este fanatismo religioso puede cambiar la sociedad y eliminar los derechos básicos de las personas.

En mi opinión, si estás buscando una distopía al uso, desde luego este no es el libro para ti. La misma autora clasifica el libro como ficción especulativa, y a mí me parece un término adecuado pues más que una trama sólida, el libro tiene un componente especulativo y psicológico muy marcado.

Valoración



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